Se acerca mi cumpleaños y si bien me encanta celebrarlo, me estresa la organización. Quisiera que de la nada la fiesta se armara y me encontrara ya el día de la celebración junto a todos mis seres queridos, comiendo bocadillos ricos y disfrutando de una bella torta.
¿Les ha pasado que como festejado/a tienen que estar preguntando a los invitados si asistirán o no?
Creo que esto es lo que más me estresa porque quisiera saber con quién contaré exactamente ese día y aquí vienen las frases: “haré todo lo posible”, “veré si puedo llegar”, “te aviso si voy” y un sinfín de respuestas que no te confirman nada.
Así que este año decidí que voy a pedir todo a domicilio: bocadillos salados, tapaditos, mini bruschetas, mini dulces, torta con diseño especial.
Hice un cálculo aproximado de quienes estoy segura vendrán y en base a eso me interesó un pack de promoción súper conveniente. No prepararé nada yo y sólo me sentaré a esperar a que mi pedido llegue.
El único riesgo que corro es el de quedarme con comida extra si no llegan todos pero también he aceptado que el que quiere puede y “el que llega llega”.
La vida hay que disfrutarla con quienes estén ahí para acompañarte, ya sean 30, 40 personas o sólo 5. Lo importante es que mi cumpleaños es una celebración especial y voy a vivirla a concho.
Y por último si me sobran cositas ricas… feliz me las como al desayuno del día siguiente.